Por Samantha Socal, Camila Blanco y Claudia Garza
Había una vez un pequeño niño (de) edad tierna y bella, unos
8 años que le daba miedo nada y tenía una inusual fascinación por los insectos.
Debido a esto sus amigos (los pocos que tenía) lo molestaban
y se burlaban de él, tanto que hasta llegaban a golpearlo.
Un día soleado como cualquier otro bello día, salió al
parque y se encontró con un grupo de chiquillos de su salón. Se acercó a ellos
para intentar socializar pero estaos malvados niños lo ignoraron completamente,
cuando estaba a punto de irse escuchó que el líder del grupo lo llamaba
diciendo: “Si te comes una cucaracha podrás ser parte de nuestro grupo”. Nuestro
personaje principal asintió felizmente, ya que no tenía problema con eso, porque
ya se había comido unas moscas anteriormente.
Tomó la primera cucaracha que vio debajo de una roca, y se
la comió de un bocado, sin siquiera masticarla, sintiendo como pasaba por su
garganta hasta llegar a su estómago. Sintió un dolor infernal en su estómago,
parecido a unas mordidas e cucaracha, lo que el no sabía era que la cucaracha
era maligna, y que solo una mordida de ella, te convertirías en cucaracha. De
pronto vio como a su alrededor se tornaba mucho mas grande, se había convertido
en una cucaracha.
Los niños del grupo, al ver esto, estaban aterrados, así que
lo pisaron, terminando con su vida y se fueron corriendo.
¡Muy bueno! esta historia es quizás la que más me entretuvo, usaron mucha imaginación para describir al niño , pero sobre todo para el desenlace, ¡Gran trabajo!
ResponderEliminarEl cuento es muy bueno, incluyeron al animal en su historia de una manera muy original, también es muy asqueroso que se haya comido una cucaracha y más que se haya convertido en una, el final es muy triste.
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